Al día de hoy más de 2 mil familias afectadas por David y George se encuentran en condición de “damnificadas” residiendo, décadas después, en los albergues “provisionales”
República Dominicana ocupa el puesto número 11 de la lista de los 171 países más frágiles ante fenómenos naturales
Santo Domingo -. Miembros de la campaña Casa Ya, articulada desde la comisión de vivienda de Foro Ciudadano, manifestaron este miércoles que es necesaria una mayor planificación e inversión en políticas de prevención de riesgo de desastre. Añaden que en los últimos 80 años más de cuatro millones de personas han sido afectadas por fenómenos naturales.
“Nuestra ubicación geográfica y condición de Pequeño Estado Insular en Desarrollo (PEID), hace que nos encontremos expuestos-as a múltiples amenazas de origen natural, la mayoría de ellas derivadas de eventos hidrometeorológicos y geológicos. Esto combinado con la mala distribución de los recursos, la situación de vulnerabilidad social y la debilidad institucional existente, generan un alto riesgo de desastres en los territorios y sus poblaciones, especialmente en las más afectadas por las desigualdades sociales”, asegura Alfonsina Cuesta, vocera de la campaña.
Añaden que según informaciones del “International Disaster Data Base” desde el 1930 hasta el 2015, el total de personas afectadas por fenómenos naturales en el país asciende a más de 4 millones. Esta cantidad incluye personas que quedaron sin hogar, pérdidas de vidas y materiales. Estos resultados dejan al descubierto la fragilidad de la República Dominicana ante fenómenos naturales colocándola en el puesto 11 de 171 según el “Global Climate Risk Index”.
La ley de gestión de riesgos ofrece al país un marco jurídico e institucional para la sistematicidad ante desastres, pero en la práctica todavía existen deudas notables que atender en esta materia. Los esfuerzos del país en respuestas a riesgos de desastre todavía carecen de cierto nivel de integralidad y sistematicidad, aseguran.
El Huracán Mathew es una muestra de cómo esta ley es insuficiente para dar respuesta ante los fenómenos naturales, “en varios sectores del Gran Santo Domingo, como los Tres Brazos del municipio de Santo Domingo Este, las inundaciones obligaron al desplazamiento de varias familias de sus viviendas, ocurridos, en su mayoría, sin acompañamiento de las autoridades correspondientes”, añade Cuesta.
Aún sin tener a plenitud la presencia de Mathew en el país, el balance del COE presenta que se habilitaron 19 albergues oficiales. Casi 1,500 viviendas fueron afectadas, más de 7 mil personas desplazadas a casas de familiares, 1051 albergados oficiales y 6 comunidades incomunicadas. ¿Qué hubiera pasado si hubiera penetrado como huracán al suelo dominicano?
En materia presupuestaria, plantea Cuesta que “la evolución de las apropiaciones para calamidades públicas tiende a ser estática y regresiva en función a la evaluación de los ingresos corrientes del Estado: los ingresos fiscales se incrementan, pero los fondos destinados a calamidades públicas se reducen”.
Estos elementos evidencian la precariedad de respuesta del Estado dominicano ante fenómenos naturales o situaciones de emergencias. Por lo que es necesario que se reflexione sobre las limitaciones de la política pública en materia de mitigación y riegos. Hay que seguir apostando por la prevención y aumentar la inversión: por cada peso gastado en prevención se ahorra de siete a nueve pesos en la respuesta, pero más aún defendemos la vida, sobre todo de los sectores más empobrecidos del país, aseguran.
De igual forma, el grupo cuestiona que a la fecha más de dos mil familias afectadas, de las diferentes tormentas desde 1979, aún se encuentren en condición de “damnificadas” residiendo, décadas después, en los albergues en los que fueron colocados de manera “provisional” por los organismos competentes, quedando olvidados para siempre por los gobiernos y excluidos de la política habitacional del país. El colectivo exige al Estado que cumpla la histórica deuda que tiene con estos miles de familias.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en la movilización por el 12 de octubre día de los excluidos, realizada por el colectivo en la denominada “Plaza del 4”, símbolo de la lucha social por la igualdad y garantía de los derechos.