El colectivo de organizaciones que luchan por el derecho a la vivienda asegura que no se han tomado las medidas necesarias para reducir el déficit habitacional y por lo contrario este aumenta a un ritmo de 37 mil viviendas por año, por lo tanto, no comprenden las recientes declaraciones del director del órgano rector de la política de vivienda en el país y le demandan transparentar evidencias.
Santo Domingo– 13 de mayo.- El colectivo de organizaciones sociales que forman parte de la campaña Casa Ya, articulada desde la mesa de vivienda de Foro Ciudadano, emplaza a Mayobanex Escoto, director del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) a publicar las estimaciones que, según él dan cuenta de la reducción del déficit habitacional en más de 250,000 viviendas en cinco años.
Las organizaciones destacan que, con base en la información disponible hasta el momento, no existe evidencia alguna que demuestre que el gobierno dominicano haya reducido el déficit habitacional en tales proporciones.
El colectivo entiende que las dos únicas explicaciones posibles para justificar una reducción en el déficit habitacional, de la magnitud que señala el director del INVI son: un posible aumento exponencial en la oferta habitacional, asumiendo un equilibrio pleno con la demanda efectiva de viviendas por parte de familias en situación de déficit habitacional, o un cambio arbitrario y unilateral en la metodología de cálculo del déficit habitacional y de ninguna de las dos hay evidencia.
Para reducir el déficit en la proporción citada deberían haber generado una producción habitacional total de al menos 50,000 viviendas por año, durante el período 2013-2017. Asumiendo además que el universo de beneficiarios/as hayan sido familias con la condición pre-existente de déficit habitacional y no persona que pasaron de alquilar a ser propietarios o adquirientes de una segunda o tercera vivienda, explican las entidades.
“Pero esto resulta aritméticamente imposible, dado que sumando todos los proyectos habitacionales quedamos lejos de la cifra”. Declaran tras hacer el recuento de cada uno y analizar las posibilidades.
Los proyectos habitacionales bajo la figura de fideicomisos público-privado, Ciudad Juan Bosch, solo representan 35,000 viviendas (25 mil en Santo Domingo + 10 mil en Santiago) y estas apenas empezaron a ser planificadas en el año 2015. Peor aún, hasta mayo del 2018 el propio gobierno admite que tan solo 1,200 familias viven en Ciudad Juan Bosch de Santo Domingo, mientras que Ciudad Juan Bosch de Santiago aún no inicia ni siquiera su construcción.
En relación a los fideicomisos privados, las cifras oficiales varían entre 27 mil y 31 mil viviendas, pero vale aclarar que estas representan la ¨oferta potencial¨ que habría cuando se terminen de construir y vender dichos proyectos habitacionales. Asumiendo nuevamente que quienes accedan sean familias que padecen déficit habitacional. No hay un registro oficial que rinda cuentas del número de beneficiarios/as actuales de estos proyectos, y mucho menos en el período que señala el director del INVI que se redujo el déficit (2013-2017).
En relación a las viviendas bajo gestión directa del INVI, los resultados no podrían ser más desalentadores. Las estadísticas oficiales de la entidad muestran que durante el período 2013-2017 apenas pudo construir 5,847 viviendas nuevas, lo que marca un ritmo de ejecución de menos de 1,200 viviendas por año, cuatro veces menos que lo establecido en el Plan Plurianual.
En adición a esta cifra, el INVI reporta como ¨logro¨ haber intervenido 4,173 viviendas adicionales fruto de las devastaciones provocadas por los huracanes Irma y María. En todo caso, el conjunto de intervenciones directas del INVI durante el período 2013-2017 no representan ni siquiera un 5% del parque habitacional que debió haberse construido para reducir el déficit habitacional en 250,000 unidades.
Por último, ni siquiera contemplando los proyectos habitacionales para familias en alto riesgo, como la Nueva Barquita, Mesopotamia, Boca de Cachón, etc., se podría justificar semejante reducción del déficit, puesto que estos proyectos apenas aportaron unas 3,000 viviendas adicionales al parque habitacional.
El segundo escenario en el cual se justificaría una reducción tan significativa en el déficit habitacional es que el gobierno dominicano haya decidido cambiar, de forma unilateral y sin previo consenso, la metodología de cálculo del déficit habitacional.
Explican que, al día de hoy, existen dos metodologías vigentes de cálculo del déficit habitacional: La de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, (CELADE)órgano de la CEPAL, la cual con base en el Censo 2010, sitúa el déficit habitacional total en torno a 2.2 millones de viviendas. (61% con déficit cualitativo o viviendas que ya existen, pero en las que prevalecen deficiencias recuperables y carencias en servicios básicos y 39% con déficit cuantitativo de viviendas que faltarían por construir).
Destacan que esta metodología ha sido tomada de referencia por el Gabinete de Políticas Sociales en sus diagnósticos más recientes sobre el déficit habitacional (año 2017), obteniendo resultados similares. De igual forma, otras mediciones realizadas por el gobierno identifican carencias habitacionales en más de dos millones de hogares entre los años 2014 y 2017.
Existe también la metodología del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD), la cual, al no tomar en cuenta las carencias en los servicios básicos y al minimizar la situación de los núcleos de hogares que habitan una misma vivienda, sitúa el déficit habitacional en 781,456 unidades habitacionales (64% cualitativo y 36% cuantitativo) para el año 2016.
Lo anterior indica que, ni siquiera en la más conservadora y minimalista de las mediciones de déficit habitacional (metodología MEPYD) se cumplen los pronósticos planteados por el director del INVI. Si se asumiera un patrón lineal en la reducción del déficit habitacional que plantea esta metodología, la reducción del déficit sería de 44,500 viviendas en 6 años. Cifra bastante alejada de las 250,000 que alega el director el INVI.
Sin embargo, es importante precisar que bajo la metodología ONE-CELADE el déficit habitacional, lejos de reducirse, aumenta a un ritmo de 37 mil viviendas por año.
Ante los escenarios planteados anteriormente, Casa Ya reitera el emplazamiento público al director del INVI para que presente las pruebas (estudios, cálculos y listado de beneficiarios/as) sobre las cuales argumenta que el déficit habitacional se ha supuestamente reducido a tan solo 700,000 unidades.